En dos días muchas caras se vieron y reconocieron, otras se vieron y se conocieron. Los primeros porque son los jugadores clásicos del sistema bancario y los segundos porque forman parte del nuevo ecosistema en el país, es decir, representan a los nuevos participantes que tienen como origen y base a la tecnología en un entorno cada vez más competitivo.
Fintechs y neobancos, se sumaron a este evento que poco le falta para registrar un siglo de reuniones en el marco de, algunas veces, situaciones económicas adversas en el país y también en el entorno internacional, además de cambios socioculturales que plantean retos en todos los ámbitos, incluido el financiero.
LOS DATOS
Con los jugadores financieros de base tecnológica y los bancos tradicionales lanzando sus propias propuestas digitales, los datos para México, ya sean los presentados por la presidenta de México Caludia Sheinbaum quien estuvo en el evento, los de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) o los del anfitrión, la Asociación de Bancos de México (ABM), se presentó un escenario en el que se reconocieron los aciertos y los atrasos en el marco de las turbulencias o los vaivenes de un complejo inicio de 2025.
Los datos que presenta el sector bancario mexicano son positivos. Al cierre de 2024 registró ganancias históricas que sumaron 290,321 millones de pesos, según la CNBV. Aunque las utilidades mostraron cierta desaceleración respecto a años anteriores, el crecimiento de la cartera de crédito y la captación total siguió en aumento.
La cartera creció 8.3%, alcanzando 7.6 billones de pesos y la captación 6.08% llegando a 9.07 billones de pesos. El Índice de morosidad (Imor) fue de 2.02%, una ligera mejora respecto al 2023. Sin embargo, los recortes que el Banco de México realizó en la tasa de interés de referencia de 11.25% a 10.25%, tuvieron un impacto en los ingresos por intereses. El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Edgar Amador Zamora, califica estos números como una “sólida posición”.
Así es que, con un Índice de Capitalización a inicios de año de 19.93% y un Coeficiente de Cobertura de Liquidez de 347%, Amador Zamora aseveró que la banca puede apoyar el desarrollo de las Mipymes porque, a decir de Altagracia Gómez, coordinadora del Consejo Asesor Empresarial del gobierno federal (también presente en la Convención), los bancos, el gobierno y las empresas, no han hecho lo suficiente para aumentar el acceso al crédito para este segmento de empresas, que de acuerdo con el INEGI representan el 99% de las empresas que operan en el país.
Por lo anterior, en el marco de la Convención se firmó un acuerdo entre el gobierno federal y la ABM para impulsar el financiamiento a las Mipymes, con el que se busca simplificar los requisitos y reducir la informalidad, así como las tasas de interés activas en los principales productos de crédito para este segmento.
CON EL ACUERDO, ESTUVIERON DE ACUERDO
El acuerdo que firmaron el hasta el 8 de mayo líder de los banqueros, Julio Carranza, y la presidenta Sheinbaum tiene la visión de lograr que, al menos, el 30% de las Mipymes tengan crédito formal bancario para el cierre del año 2030. (este alcance está contemplado en el Plan México); se pretende que se logre reduciendo las tasas de interés activas en los principales productos de crédito para las Mipymes con la participación de la banca de desarrollo.
Llegar a la meta implica contar con facilitadores o ejes: educación financiera, digitalización y formalización, cadenas de suministro, simplificación regulatoria, tribunales mercantiles especializados, garantías públicas y acceso a información financiera. También requiere impulsar el uso de garantías para que los bancos comerciales puedan asumir menores riesgos al otorgar préstamos a pequeñas empresas. La intención es que la Mipymes se sumen a la digitalización, formalización y bancarización.
La ABM prevé que el crédito privado aumentará 7.1% en 2025, pese a la desaceleración económica en el país y eso que aquí se ha mencionado como las turbulencias o vaivenes de un complejo inicio de 2025 y que no es más que la llegada del nuevo gobierno de EE. UU. con Trump a la cabeza y sus políticas comerciales que afectan el crecimiento de todas las economías del mundo, incluido, por supuesto, México, situación ante la que Sheinbaum se presenta optimista resaltando el avance de varios indicadores positivos como el empleo, la inflación y mejoras en materia de seguridad.
DE IDA Y VUELTA
Tras la firma del acuerdo, Julio Carranza dijo que se reafirma el compromiso que tiene la banca con México, pero pidió a cambio reforzar el Estado de derecho y consolidar el marco jurídico del país, de cara a la próxima elección judicial. “No se trata solo de una aspiración, sino de una necesidad impostergable”, dijo. “El sistema legal es clave para dar certeza, atraer inversiones y dinamizar la economía”.
Carranza destacó que actualmente hay 56 mil casos abiertos en juzgados que buscan recuperar las garantías de créditos que no se han pagado, lo que a su consideración subraya la importancia de tener un sistema judicial más ágil y eficiente.
“La creación de juzgados financieros especializados que permitan la impartición de justicia y agilizarla no solo brindará mayor certeza política, sino que también abrirá la puerta a un financiamiento más accesible, más ágil y con mejores condiciones para las empresas y para las familias en todo el país”, dijo.
Porque “cuando el sistema de justicia funciona, el crédito crece, es más barato, la inversión productiva aumenta, la economía se fortalece y México avanza” , remarcó Carranza quién hasta el 9 de mayo fungió como presidente de la AMB. Deja el lugar a Emilio Romano, director ejecutivo y presidente del Consejo de Administración de Bank of America México.
En este contexto, con un marco muy preciso como el de la Convención Bancaria, si todos los jugadores del sistema bancario –los clásicos y los nuevos– se suman, se podrán lograr que las Mipymes se sumen a la digitalización, formalización y bancarización, lo que implica levantar la bandera de la inclusión financiera.