Las minutas de la decisión de política monetaria del pasado 9 de noviembre, expusieron que la subgobernadora fue la única opinión disidente en dicha reunión en la que se dejó, por unanimidad y por quinta ocasión consecutiva, la tasa en 11.25%, aunque el mantener este nivel pasó de por “un periodo prolongado” a por “cierto tiempo”.
“Si bien la inflación ha continuado disminuyendo, la convergencia a la meta en el segundo trimestre de 2025 se ha vuelto más desafiante. Durante el semestre en curso el proceso desinflacionario se ha ralentizado. En mi opinión, el sesgo al alza en el balance de riesgos para la inflación se ha incrementado”, indicó.
Espinosa añadió que lo anterior se debe a una actividad económica más resiliente, una posición cíclica de la economía en terreno positivo, un mercado laboral apretado, persistencia de la inflación subyacente, inflación no subyacente con tendencia al alza, expectativas de inflación por encima de la meta que no se revierten y una política fiscal procíclica para 2024.
Otro miembro de la Junta de Gobierno también señaló que la política monetaria debe manejarse con cautela, aunque precisó que el ciclo a la baja podría comenzar en el primer trimestre de 2024 y que las decisiones que se tomen estarán sujetas a la información disponible.
Destacó que se debe actuar con cautela ante los retos que aún prevalecen, por lo que cuando las condiciones macroeconómicas permitan ajustes a la baja, estos serían graduales y no un ciclo de disminuciones continuas.
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