Un tema central este año será un posible incremento en las políticas proteccionistas, con el FMI destacando el uso de aranceles para instrumentarlas. Explican que la dinámica de inflación podría verse moldeada en direcciones opuestas por estos factores y comentan que la magnitud del efecto inflacionario de las tarifas es especialmente incierta.
Destacan que, si bien estudios empíricos recientes encuentran un alto grado de transmisión a los precios de importación, las estimaciones del traspaso a los precios al consumidor son más bajas y están sujetas a distorsiones significativas. No obstante, en comparación con lo que ocurrió en episodios anteriores de disputas comerciales, varios factores sugieren que los riesgos al alza de la inflación por dichas acciones podrían ser mayores esta vez.
Hablan también de que el riesgo de que se reaviven las presiones inflacionarias podría impulsar a los bancos centrales a elevar las tasas de interés y se podría intensificar la divergencia en materia de política monetaria. Tasas de interés más altas durante un periodo aún más prolongado podrían empeorar los riesgos fiscales, financieros y externos, además de las implicaciones negativas para la actividad. Un dólar estadounidense más fuerte, resultante de los diferenciales de tasas de interés y una mayor percepción de riesgo global, entre otros factores, podría alterar los patrones de flujo de capital y los desequilibrios globales y complicar las disyuntivas macroeconómicas.
Estamos de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en cuanto a la divergencia entre las economías y los riesgos de la implementación de políticas proteccionistas. Al igual que la institución, esperamos un año de diferencias importantes entre los distintos países y regiones, destacando el dinamismo de EE. UU., mientras que otras latitudes tendrán un crecimiento más bajo. Esto deja en claro que las acciones de los bancos centrales mostrarán importantes contrastes. Ante esta situación, esperamos que el dólar se vea favorecido frente a la mayoría de las monedas.
Por otro lado, el foco de atención de este 2025 será la nueva administración de Donald Trump ante la serie de propuestas que ha hecho en diferentes frentes. Destaca el comercial, fiscal y migratorio. La imposición de aranceles podría tener importantes efectos sobre el crecimiento y la inflación global, mismos que aún son difíciles de cuantificar ante la falta de detalles sobre varias de las propuestas. En sus primeros días en el poder, el nuevo presidente amenazó con imponer gravámenes a cuatro de sus principales socios comerciales: México, Canadá, China y la Unión Europea.
Así, seguiremos muy atentos a los anuncios en este frente. Sobre el caso particular de nuestro país, habló de la posibilidad de imponer aranceles de 25% a todas las importaciones tan pronto como el 1 de febrero, aunque, esto estaría relacionado a temas de seguridad y migración siendo una palanca en las negociaciones entre los países.