Pérdidas de agua: fugas, robo e ineficiencia

Se calcula que el agua no contabilizada en México es en promedio 40%. Este dato genera polémica pues algunos aseguran que esta cantidad se va en fugas, otros que se roba y unos más que no se mide, mientras que se apunta que la eficiencia física de los organismos responsables se encuentra en un 60%, aproximadamente, y que, si hubiera voluntad política, se podría llegar a niveles cercanos al 85%.
Por Hugo Briseño Ramírez
La gestión del agua para uso urbano está a cargo de los organismos operadores, que son aquellas entidades responsables de llevar el líquido a la población a los menores costos y desperdicios posibles. Uno de los indicadores más importantes para medir el desempeño de estos organismos es la eficiencia física, que es el porcentaje de agua facturada entre el agua producida. O, dicho en otras palabras, el porcentaje del agua que realmente llega a los usuarios medida a través de la facturación. Al resto se le llama agua no contabilizada y es la cantidad de este líquido que no se factura o que simplemente se tira en las redes de distribución por fugas.

Se calcula que el agua no contabilizada en México es en promedio 40%. Este dato genera polémica pues algunos actores aseguran que esta cantidad se tira en fugas, mientras que las autoridades responsables sostienen que más bien es agua que se roban o que simplemente no se mide, y solo una minoría son fugas. La realidad es que sea cual sea la versión real no es alentadora porque implica costos monetarios que se describirán en los siguientes párrafos.

El hecho de que el agua no se mida o no se facture significa que no se cobrará a los usuarios de ninguna manera. Esto tiene como consecuencia que ingrese menos dinero al organismo y se le dificulte cubrir los costos operativos de ofrecer el servicio. Esto representa que habrá usuarios que tengan que pagar más para subsidiar a aquellos a quienes no se les factura. El robo de agua tiene las mismas consecuencias pues tampoco se factura ni se cobra.

Las fugas de agua representan costos en varios sentidos. Por un lado, genera la misma problemática de falta de entrada de recursos financieros al organismo, pues el agua entra al sistema de distribución pero no se cobra.

Por otra lado, es lamentable que el líquido se vaya al subsuelo o se tire porque podría contaminarse al entrar en contacto con otras sustancias o, en el mejor de los casos, tardará tiempo en ser utilizado de nuevo una vez que regrese a los mantos acuíferos.

Adicionalmente, se realizan obras de infraestructura lejos de las ciudades para traer agua de cientos de kilómetros o incluso de otras cuencas. Esto genera costos financieros para los usuarios y para los gobiernos por la inversión en estas obras (algunas veces elefantes blancos), así como posibles daños ambientales que también representan pérdidas financieras. Asimismo, suena injustificable esta infraestructura para traer agua de lugares lejanos cuando el suministro se incrementaría sustancialmente si se repararan las fugas.
Si el agua no se mide o factura no se cobrará a los usuarios de ninguna manera, por lo que ingresará menos dinero al organismo y se dificultará cubrir los costos operativos para ofrecer el servicio con las consecuencias que ya comenzamos a vivir.
El problema del agua lejos de solucionarse se agrava año con año. Las autoridades se han enfocado en el incremento de la oferta a través de la construcción de presas y acueductos, muchas veces cuestionables desde el punto de vista ecológico e inviables políticamente.

PÉRDIDAS DE AGUA AGRAVAN LA SEQUÍA
Sin embargo, observamos que este problema lejos de solucionarse se agrava año con año. Desafortunadamente el discurso de los promotores de la eficiencia sigue siendo el mismo: que se reparen las fugas y se disminuya el agua no contabilizada. No obstante, las autoridades se han enfocado en el incremento de la oferta a través de la construcción de presas y acueductos, muchas veces cuestionables desde el punto de vista ecológico e inviables políticamente.

En lo personal, y en lo general, no me encuentro en contra de este tipo de obras, sin embargo me parece que hay un gran margen de maniobra para incrementar la eficiencia física de los organismos, misma que se encuentra en un 60% en promedio en México, cuando me parece que con voluntad política se podría llegar a niveles cercanos al 85%.

Históricamente se ha evitado solucionar este problema por los costos políticos que implica. Es mejor hacer una obra vistosa que enterrar el dinero en el subsuelo y molestar a la población abriendo las calles. Hace algunos años no había problema, sin embargo la sequía hace que salgan a la luz estas situaciones que se han señalado durante varios años.

No obstante, me parece que hay esperanza, pues existen tecnologías menos intrusivas para reparar las fugas que podría hacer menos costoso políticamente el arreglar este problema. Asimismo, la empatía de la población con el problema de escasez de agua podría impulsar una mejor gestión de los organismos incrementando la medición y facturación para potencialmente generar más recursos que les permitan ser más autosuficientes financieramente, pues muchos de éstos no lo son.
*Secretario de Investigación Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales Universidad Panamericana Campus Guadalajara.
hbriseno@up.edu.mx
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.

Suscríbete a IMEF News

Análisis y opinión de expertos en economía, finanzas y negocios para los tomadores de decisiones.

Te puede interesar

Entorpecer el desarrollo

Los países que tienen un arreglo institucional en el cual ha prevalecido por largo tiempo el Estado de derecho, también son los que han alcanzado mayores niveles de desarrollo económico. Varios elementos tienen en común estos países. Veamos cuáles son.

La agenda económica de México, ¿cómo vamos?

Conoce los datos más relevantes para evaluar el estado de la economía del país con la información que se presentará del 2 al 6 de diciembre.

¿Listos para 2025? De los retos de la geopolítica a lo doméstico

2025 será un año desafiante para México, aunque también uno lleno de posibilidades. La reelección de Trump promete cambiar las reglas del juego en comercio y geopolítica, por lo que México debe prepararse para navegar en aguas turbulentas con inteligencia estratégica.

¿Qué dicen las cifras de inversión extranjera directa de México?

En los primeros 9 meses del año, la inversión extranjera directa alcanzó un nuevo máximo histórico; sin embargo, hay datos que indican que persiste el deterioro de la nueva inversión y que Estados Unidos y Canadá, socios de México en el TMEC, han perdido relevancia.

Maiz-transgenico-y-glifosato

Maíz transgénico y glifosato: Claves para desenredar un lío binacional

Uno. El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo. México no es el primer país en prohibirlo, aunque la prohibición entrará en vigor hasta abril de 2024. En Europa lo han hecho, Austria, Francia, Dinamarca, Italia y los países bajos. En Asia, está el caso de Vietnam.

Ministro Láynez advierte sobre supremacía constitucional: ‘Cualquier poder sin control, se tiende a abusar’

El ministro agregó que en una república democrática siempre debe haber límites y que en nuestro país no existen ahora mismo.

Ajuste internacional complejo y prolongado

La economía mundial se encuentra en una encrucijada difícil, ya que se han conjugado varios factores, entre ellos, la permanencia de crecientes gastos sociales que está llevando a un endeudamiento público más allá de lo sanamente responsable.