La Reserva Federal mantuvo la tasa de referencia sin cambios en 4.25%-4.50%, como era ampliamente esperado por el mercado y el consenso de analistas. En tanto, la atención estuvo en la conferencia de prensa del presidente del banco central.
Powell señaló que la actividad económica se mantiene sólida a pesar de la incertidumbre. Además, explicó que la inflación ha bajado, aunque continúa elevada. Asimismo, considera que la posición actual de la política monetaria es adecuada, por lo cual es posible esperar para tener más claridad. No cree que estén en una situación de urgencia, por lo que pueden ser pacientes. La incertidumbre sobre la trayectoria de la economía es extremadamente elevada y la política monetaria es, en cierta medida, restrictiva. Aseguró que podrían actuar rápidamente en caso de ser necesario, texto aunque ello dependerá de cómo vaya evolucionando el entorno.
Tras un claro mensaje de paciencia y cautela, el mercado reafirmó su convicción de que las tasas se mantendrán sin cambios en la decisión del 18 de junio. Sin embargo, recalibró sus apuestas de un recorte de 25pb para el 30 de julio, reduciendo la probabilidad de este escenario a 70% desde prácticamente 100% días antes. En el mismo sentido, la curva descuenta menos recortes totales para 2025 con -66pb desde -81pb ayer y -102 una semana atrás.
Esto resultó en presiones importantes sobre todo en los Treasuries de menor plazo. En nuestra opinión, el Fed retrasará los recortes hasta el 3T25, ajustando -25pb en septiembre y -25pb en diciembre para cerrar el año en un rango de 3.75%-4.00%.
Respecto a los últimos datos en EE. UU. El PIB del 1T25 mostró una contracción de 0.3% t/t anualizado, ligeramente más débil del consenso y su primera caída desde el mismo periodo de 2022. La razón principal detrás del ajuste fue la contribución negativa de las exportaciones netas (-4.83pp). A su vez, esto se debió al fuerte avance de las importaciones de 41.3% t/t anualizado ya que las empresas adelantaron sus compras antes de la imposición de aranceles.
Sin embargo, el consumo, principal motor de EE. UU., sorprendió positivamente al crecer 1.8%.
La inversión repuntó 21.9%, también favorable y acelerándose significativamente después de caer al cierre del año pasado. Ambos muestran que la demanda doméstica permanece saludable.
En cuanto a la inflación, la lectura de marzo mostró una deflación de 0.1% m/m. Con esto, la variación anual pasó de 2.8% a 2.4%, moderándose por segundo mes consecutivo. Por su parte, el componente subyacente sorprendió positivamente. Este último evidenció que aún no ha habido un impacto de los aranceles a China. Sin embargo, la guerra comercial se mantiene como un riesgo hacia delante por lo que la publicación de la inflación de abril el 13 de mayo será clave.
En este sentido, la evolución de las negociaciones en el frente comercial seguirá definiendo el sentimiento del mercado que ha pasado de negativo a positivo y viceversa en todo momento. Actualmente, predomina el optimismo después de que Trump anunciara un acuerdo con el Reino Unido y afirmara que, si las negociaciones con China van bien, se podrían reducir los aranceles.
Esto impulso el apetito por riesgo, detonando ganancias en la mayoría de las bolsas. En particular, el S&P 500 regresó a cotizar en la zona de 5,660pts tras operar por debajo de 5,000pts a inicios de abril. En divisas, el dólar recuperó terreno, mientras que el peso mexicano avanzó hacia el psicológico de 19.50 por dólar.