Transformar el futuro empresarial hacia la sostenibilidad es una tarea colectiva. La tecnología puede ser catalizador, pero también espejismo si no se usa con sentido. No se trata de tener el software más caro, sino el más útil, ni de medir por medir, sino de entender para decidir. Y no se trata de seguir modas, sino de construir futuro.
Ese fue el consenso al que se llegó en el panel “Tecnología y sostenibilidad: un binomio para el éxito empresarial” que se desarrolló en el Foro ESG IMEF 2025 donde lo que comenzó como una conversación sobre herramientas digitales terminó siendo una reflexión profunda sobre el papel que juega la tecnología en la regeneración de nuestros modelos económicos, sociales y ambientales (Environmental, Social and Governance).
En esa reflexión participaron tres expertos que desde su trinchera —consultoría, inversión y regulación— compartieron cómo la tecnología puede ser aliada, obstáculo o incluso espejismo dependiendo del cristal con que se mire.
Carmelo Santillán Ramos, CEO de CSR Consulting, pionero en consultoría ESG y medición de huella de carbono, señaló que la tecnología permite medir impactos, automatizar reportes y diseñar estrategias ESG con precisión porque ya existen softwares con IA que generan reportes bajo la Directiva sobre Información Corporativa en Materia de Sostenibilidad (CSRD, por sus siglas en inglés), Normas de Información Financiera (NIF) de sostenibilidad o Carbon Disclosure Project (CDP), que incluso proponen planes de reducción de emisiones.
Desde la inversión de impacto, Alma Gutiérrez, directora de Inversiones en Regenera Ventures SVX México, fondo enfocado en soluciones basadas en la naturaleza que usa la tecnología para medir biodiversidad, salud del suelo y huella de carbono, dijo que la tecnología no es el fin, sino el medio porque nos permite hablar el mismo idioma para tomar decisiones informadas y con propósito.
Jorge Moreno, socio director de Expansión Legal and Business Solutions, experto en telecomunicaciones, energía e infraestructura regulatoria abordó el terreno de la infraestructura y la gobernanza. Refirió que, en un país con más de 100 millones de dispositivos móviles y 97 millones de usuarios de internet, la tecnología genera retos ante el e-waste (basura electrónica), el consumo energético de data centers y la falta de políticas claras para operar centros corporativos de forma remota.
En ese escenario los tres expertos abordaron los retos que implica la personalización, el Retorno de la Inversión (ROI) y sentido común. Sobre el primer punto Santillán Ramos dijo que cada empresa es única y si el software no se adapta, se convierte en un gasto innecesario, por lo que su recomendación fue clara: evaluar antes de invertir, justificar con ROI y seguir una hoja de ruta que incluya cuestionar, eliminar, simplificar, optimizar y solo entonces automatizar.
Hacerlo de esa manera implica “pensar fuera del chip”, mencionó Alma Gutiérrez quien a modo de ejemplo preguntó: “¿Sabías que el pasto vetiver puede limpiar cuerpos de agua, rehabilitar suelos y generar biomasa? Esa también es tecnología. Y es ancestral. La sostenibilidad no siempre viene en forma de algoritmo”.
Ante la evidencia del uso de la tecnología, la pregunta provocadora del evento fue si se le debe añadir una “C” de ciberseguridad a las siglas ESG. El consenso fue que no, porque la ciberseguridad ya está contemplada en la “G” de gobernanza y más que ampliar siglas o acrónimos, se deben fortalecer los conceptos existentes y entender sus interrelaciones, teniendo claro que la sostenibilidad no es una métrica o KPI, si no una convicción.
Por lo anterior, desde el IMEF promovemos una visión de sostenibilidad que no se limita al cumplimiento normativo, sino que genere valor económico, social y ambiental. La transformación digital no es solo una tendencia: es una herramienta estratégica para lograrlo, y del entendimiento y uso que se le esté dando a la tecnología en el marco de las estrategias ESG, depende la respuesta a los cuestionamientos iniciales, por lo tanto, no existe una solución única, ni una ruta lineal, ni una respuesta general. Cada empresa debe construir su propio camino ESG, apoyada en tecnología, pero guiada por un propósito.
El Comité Técnico Nacional de Transformación y Economía Digital continuara impulsando espacios de diálogo, formación y colaboración para que la sostenibilidad deje de ser una aspiración y se convierta en una práctica cotidiana. Porque el futuro no se predice: se diseña.
*Presidenta del Comité Técnico Nacional de Transformación y Economía Digital del IMEF
LinkedIn sofiagamboadelaparra@gmail.com Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.
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