La movilidad social no es un concepto teórico es la piedra angular de una
sociedad justa y próspera; es la promesa de qué sin importar de dónde vengas tendrás la oportunidad de alcanzar tu máximo potencial. Sin embargo, para que esa promesa se cumpla necesitamos una comprensión profunda de los factores que la impulsan y los obstáculos que la frenan.
En este contexto las investigaciones sobre el capital humano, la educación y los programas de desarrollo infantil del profesor James Heckman, no sólo han cambiado la forma en que pensamos sobre la política pública, también nos han dado
herramientas concretas para construir un mundo con más oportunidades para todos.
El profesor Heckman nos ha enseñado que las inversiones más importantes que podemos hacer no son en infraestructura y en mercados, sino en las personas. Su trabajo destaca la
importancia de la primera infancia en la formación de habilidades cognitivas y no cognitivas que son esenciales para el éxito a lo largo de toda la vida.
Para Heckman: “Los programas específicos para la primera infancia reducen sustancialmente las brechas de logros y producen mejores resultados infantiles. Existen programas de cuidado infantil, que tienen una gran relevancia y que incluso impactan en la salud física de las personas”.
James Heckman ha mostrado el camino hacia una sociedad más equitativa y con mayor movilidad social. En el marco del 92 aniversario de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), el Premio Nobel de Economía dictó la conferencia magistral “Promoviendo la movilidad social” en la que compartió una serie de reflexiones en torno a sus líneas de investigación: la educación inicial, la movilidad social y el desarrollo de habilidades. También
recibió el Doctorado Honoris Causa que le otorgó la UANL.
DESARROLLAR HABILIDADES
Pero no solo las habilidades
son necesarias, el profesor de la Universidad de Chicago destacó la importancia de las políticas públicas para generar un impacto profundo y duradero que promueva, precisamente, la movilidad social, toda vez que no necesariamente se está abordando de la mejor manera.
¿Cómo mejoramos a la sociedad? James Heckman se planteó esa pregunta y señaló que ha estado sobre la mesa por varias generaciones y ahora hay retos que tenemos que tratar, pero no con un abordaje tradicional.
“Muchos lo ven como un programa de transferencia, entonces pensamos en la pobreza y en medirla a través de ingresos únicamente, pero no es la mejor forma. También pensamos en
cuál es la mejor estrategia para aliviar la pobreza o remediarla. Por generaciones se ha tomado la política de transferencia fiscal”, expuso.
Añadió que la sociedad probó esos programas y terminaron con una estrategia muy común en los gobiernos de ahora: hacer grandes transferencias de efectivo. Para el Pemio Nobel el dinero en sí no es dañino —aunque algunos argumentan que sí lo es, menciona—, porque el verdadero problema es
cuál es la forma efectiva de abordar estos problemas y ver cómo entendemos la pobreza y la movilidad, además de cómo medimos el éxito y cuáles son los elementos importantes.
“Todos hemos escuchado acerca del
coeficiente intelectual y pensamos en él como la métrica por excelencia, pero lo que ahora entendemos es que ese es un aspecto importante y existen otros que llegamos no solo a reconocerlos, sino que hemos mejorado nuestra capacidad de medirlos y entender en qué etapa se forman”. James Heckman se refiere a las habilidades.
“La forma en que queremos pensar en construir movilidad es construyendo habilidades y por habilidades me refiero no solo a coeficiente intelectual sino aspectos de
autocontrol, personalidad, capacidad de autorregular y de interactuar con otras personas ”.
Para Heckman es importante pensar en estrategias y habilidades que tomen el conocimiento sobre la dinámica del ciclo de vida. Para ejemplificar menciona lo que escuchó en China:
“Le das a un hombre un pescado y come por un día, pero si le enseñas a pescar puede comer toda su vida”.
Señala que debemos pensar no solo en construir habilidades para un individuo, sino en desarrollarlas para que produzcan crecimiento y generen confianza en la sociedad en general, porque el desarrollo de habilidades puede generar una fuerza laboral calificada muy flexible para que cuando cambie la economía y la tecnología se tenga la capacidad de adaptación. Finalmente planteó otro aspecto del que dice “suena un poco más filosófico, quizás teológico”. Se refiere a
la manera en que las personas tratan consigo mismas y con la sociedad.
“Al pensar en problemas sociales no quiero que me mal entiendan, pero sí quiero que podamos comprender que son sumamente importantes, por lo que
la solución típica de política —no digo que siempre sea inefectiva—
no es la idonea ”, concluyó el Premio Nobel de Economía James Heckman.
La conferencia completa se puede ver
aquí.
“Debemos pensar no solo en construir habilidades para un individuo, sino en desarrollarlas para que produzcan crecimiento y generen confianza en la sociedad en general”: James Heckman, Premio Nobel de Economía 2000
*Directora de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.