La administración de Donald Trump ha anunciado distintos aranceles, dependiendo del país y producto. También ha hecho exenciones. Con esto,
el arancel anunciado inicialmente es diferencie al efectivamente impuesto. Este arancel determina la ventaja (o desventaja) en la que se encuentra cada país. Un mayor arancel efectivo, implica un mayor incremento en precio de los productos exportados a Estados Unidos desde ese país, mientras que un menor arancel efectivo implica un menor incremento en precio de los productos.
En un entorno en el que Estados Unidos ha impuesto aranceles a todo el mundo, no importa tanto si un producto tiene o no arancel, sino que tanto más alta o baja es esa tasa arancelaria respecto a la de otros países que exportan a Estados Unidos el mismo producto.
Con los aranceles en vigor hasta finales de abril, se estima que México tiene un el arancel efectivo en sus exportaciones con destino en Estados Unidos de 19.51%, ubicándose en la quinta posición de mayor arancel entre los principales socios comerciales de Estados Unidos, que explicaron el 92.66% de las importaciones de ese país en 2024, después de China con un arancel efectivo del 131.91%, Japón con un arancel del 21.37%, Corea del Sur con 20.89% y Hungría con 19.81%. En esta lista de principales socios comerciales,
Canadá se ubica en la posición 12, con un arancel efectivo del 17.70%.
Esto implica que
a pesar de las exenciones anunciadas del arancel del 25% para los productos comerciados bajo el T-MEC, México está en una posición de desventaja respecto a otros países con los que compite directamente.
Asumiendo que estos aranceles se mantienen vigentes el resto del año, se estima que podrían ocasionar una caída de las exportaciones totales de 5.4%, lo que sería
la mayor caída desde 2009, cuando las exportaciones cayeron 30.9% debido a la Gran Recesión. Cabe agregar que este impacto no considera otros factores como aranceles adicionales o escenario de mayor debilidad económica en Estados Unidos. Tampoco se consideran exenciones que podrían anunciarse por parte del gobierno de Trump, como ya ha ocurrido anteriormente.
Con lo anterior,
se estima un impacto sobre el PIB de 1.8 puntos porcentuales en 2025. Con esto, el PIB de México podría contraerse este año alrededor de 1.3% si permanecen los aranceles el resto del año.
Debido al elevado arancel efectivo para México del 19.51% y a que Estados Unidos suspendió por 90 días los aranceles recíprocos más elevados (entre el 11 y el 50%),
México quedó en una posición vulnerable, pues el alto arancel efectivo relativo a la mayoría de los países reduce el atractivo de trasladar inversiones a México, lo que se espera afecte la inversión y el crecimiento económico en corto y largo plazo.
El elevado arancel efectivo a las importaciones mexicanas puede tener varios objetivos
para la administración de Donald Trump, entre ellos provechar el poder de negociación que tiene Estados Unidos para
presionar a México en materia de control migratorio, freno del flujo de drogas y combate a narcotraficantes, ahora designados terroristas. Cabe recordar que solamente el 1.17% del PIB de Estados Unidos depende de sus exportaciones a México, mientras que el 26.73% del PIB de México depende de sus exportaciones a Estados Unidos, como se muestra en la gráfica Porcentaje del PIB explicado por las exportaciones de bienes. Considerando esto, es poco probable que la administración de Trump opte por eliminar los aranceles en contra de México, que son una herramienta clave para lograr sus principales objetivos.
Otro objetivo de la administración de Trump con los aranceles podría ser el poder de negociación en la revisión (o renegociación) del TMEC. Actualmente la revisión del TMEC, acordada en la cláusula sunset, indica que el tratado deberá de ser revisado a los 6 años de que entró en vigor, por lo que el 1 de julio del 2026 debería iniciar la revisión. En esta revisión
es probable que el gobierno de Estados Unidos busque endurecer dos puntos clave del tratado: reglas de origen y contenido laboral.
Las reglas de origen establecen el porcentaje de contenido regional que deben tener los bienes comerciados dentro del TMEC para que puedan ser considerados como originarios de la región y estar sujetos a una tasa arancelaria del 0%. Actualmente, el valor de contenido regional se establece en 50% bajo el método del costo neto. Sin embargo, para las exportaciones automotrices, la regla es más estricta y exige un contenido regional del 75%, mientras que, para las exportaciones de acero y aluminio, el contenido regional debe ser del 70%. Debido a que Estados Unidos ha impuesto aranceles generales a las importaciones automotrices y de acero y aluminio, en la práctica el TMEC no está en vigor para estos sectores.
Por otro lado, para que las exportaciones automotrices sean consideradas dentro del T-MEC, el 40% de los autos de pasajeros deberá manufacturarse por trabajadores con un salario de al menos 16 dólares por hora, mientras que para camiones ligeros y vehículos pesados el porcentaje sube a 45%. Para México, endurecer el contenido laboral implicaría un alza importante en el costo de la manufactura, pues de acuerdo a información de INEGI, las remuneraciones medias dentro de la industria automotriz en México, contemplando las prestaciones de ley, asciende a 10 dólares por hora. El costo laboral no es el único, pero es de suma importancia, por lo que el endurecimiento del contenido laboral resultaría en pérdida de competitividad para la industria automotriz mexicana.
Cabe recordar que hasta 2024 solamente el 48.85% de las exportaciones de México a Estados Unidos se enviaron bajo el TMEC, mientras que para Canadá solamente el 37.77%. Con la revisión del TMEC, la administración de Trump podría obligar a que una mayor parte de las exportaciones se envíen a Estados Unidos cumpliendo con los criterios del tratado, bloqueando la posibilidad de realizar exportaciones bajo el principio de nación más favorecida.
Además de estos puntos,
la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR por sus siglas en inglés), ha señalado quejas respecto a México que podrían ser abordadas en la revisión, destacando:
1. México no da notificaciones con tiempo suficiente para cambios de procedimientos y de requisitos en frontera.
2. Amplios retrasos de hasta 24 meses para permisos de importación de la industria farmacéutica, lo que representa una barrera para la entrada de estos productos a México.
3. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ha rechazado permisos de importación de productos químicos que contienen glifosato.
4. Retrasos en el otorgamiento de permisos para plaguicidas y productos químicos para el sector agrícola.
5. Preocupación por la prohibición de productos genéticamente modificados, decisiones que no se basan en datos científicos.
6. Barreras a la inversión en el sector energético, que restringen la inversión de empresas privadas en la industria petrolera y de generación de electricidad.