Cuando mencionamos Golfo Pérsico nos llega a la mente la guerra entre Irak y Estados Unidos (1990), después de que Irak invadiera Kuwait en busca de las reservas petrolíferas de ese país. Luego 2003 con la Segunda Guerra del Golfo Pérsico cuando una coalición liderada por Estados Unido invadió Irak para acabar con Saddam Hussein y sus supuestas armas de destrucción masiva.
Pero ahora, Golfo Pérsico nos remite a un objeto simbólico: un avión valuado en alrededor de 400 millones de dólares que Catar le regaló a Trump para reemplazar al Air force one, obsequio que tanto demócratas como republicanos ven como el emblema de numerosos problemas que plantean varias preguntas:
¿Cuál es el rol de los Emiratos Árabes Unidos, Catar y Arabia Saudita durante la segunda administración de Trump? ¿Estados Unidos está dejando solo a Israel? ¿A Estados Unidos ya no le importa la guerra en Gaza? ¿Estados Unidos espera algo de Siria? ¿Estados Unidos le está dando fuerza a Turquía? En el contexto de esas preguntas ¿cómo queda Irán? y ¿cuál es el futuro de la guerra Rusia-Ucrania?
Esas son preguntas con muchos elementos para elaborar las respuestas que, para algunos, sería la configuración del nuevo orden mundial porque, como dice Ray Dalio “el orden mundial está cambiando con rapidez, como nunca lo había hecho a lo largo de nuestra vida…”.
Dalio señala en su libro Nuevo orden mundial (Editorial Deusto, 2022) que ha aprendido que “el factor determinante a lo largo del tiempo y en todos los países ha sido, por encima de cualquier otra cuestión, la lucha por la creación y la distribución del poder y de la riqueza. En menor medida, también considero que han sido muy determinantes otros aspectos como las ideologías o la religión”.
MUCHOS MOTIVOS
1 INTERESES FAMILIARES
El Medio Oriente se ha vuelto cada vez más importante para The Trump Organization. Tanto Jared Kushner como los hijos de Trump han dicho que esa región cobra cada vez más relevancia para sus intereses comerciales. Eric Trump dijo al Financial Times que realizarán otros proyectos en la región que tiene un crecimiento explosivo.
El conglomerado inmobiliario y hotelero dirigido actualmente por los hijos de Trump, Eric y Donald junior cerró en los últimos años varios acuerdos con el promotor inmobiliario internacional de lujo saudita Dar Global, el brazo internacional del grupo Dar Al Arkan Real Estate Development Company.
En Omán se está desarrollando un hotel y complejo de golf de lujo de la marca Trump con un valor estimado de 4 mil millones de dólares que estaría terminado en 2028, mientras que la Organización Trump y Dar Global han anunciado planes para dos proyectos de la Torre Trump en Yeda, Arabia Saudita, y Dubái, Emiratos Árabes Unidos.
Trump ya es propietario de un club de golf en Dubái, inaugurado en 2017, construido en cooperación con Propiedades DAMAC, de Hussain Sajwani, quien anunció que iba a invertir al menos 20 mil millones de dólares en la construcción de nuevos centros en Estados Unidos.
Los nuevos acuerdos de negocios en Omán, Yeda y Dubái se refieren principalmente a la marca Trump en diseño y administración, más que a la propiedad, lo que le permite a la familia Trump ganar millones a cambio de usar su nombre.
Pero aparte de los negocios familiares, como resultado de la visita al medio oriente se anunció que Donald Trump y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, firmaron un acuerdo de asociación económica estratégica que incluye la venta de un paquete de armas a Riad por 142 mil millones de dólares, a cambio el reino se comprometió a una inversión de 600 mil millones de dólares en Estados Unidos.
De esas inversiones destacan 20 mil millones de la empresa saudita DataVolt en centros de datos e infraestructura energética en Estados Unidos y una colaboración conjunta entre empresas tecnológicas como Google, Oracle, Salesforce, AMD y Uber para invertir 80 mil millones en tecnologías transformadoras en ambos países, según la Casa Blanca.
Algunos analistas de Occidente y de Medio Oriente señalan que el viaje de Trump representó promesas de inversiones y el signo de un acuerdo para que estos países sean parte del futuro económico de Estados Unidos, y con esto se modifica todo, porque Estados Unidos dependería de las inversiones de los cataríes, emiratíes y sauditas.
Vale la pena mencionar que la renta per cápita media en los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) –Catar, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Omán– supera la media global y que Catar destaca como el país más rico de la región y los Emiratos Árabes Unidos ocupan el segundo lugar en riqueza regional. (Tamaño real de las economías árabes entre 2017 y 2023.Majed Skaini).
2 EL TABLERO
Pero mientras se tejen los acuerdos, las inversiones y, porque no, las promesas de futuros acuerdos e inversiones, Trump sin pisar territorio israelí le pidió al primer ministro Benjamín Netanyahu que se modere.
Una petición que salta porque en los registros de campaña, Trump prometió arrasar con Gaza, hacer una limpieza étnica y convertir a la Franja en un resort. Pero todo cambia.
A principios de año, el gobierno de Netanyahu se enfadó por las conversaciones directas de Washington con Hamás para la liberación de rehenes propuesta por Hamás como parte de los esfuerzos para establecer un alto el fuego, reabrir los cruces hacia el territorio bloqueado por Israel y reanudar la entrega de ayuda. Finalmente, antes del inicio de la gira de Trump por Medio Oriente el ultimo rehén estadounidense fue liberado gracias a la gestión de Catar.
Mientras tanto, en Siria, tras la derrota de Bashar Al Assad, ese país cayó en un vacío de poder que tenía a la población en una situación de caos hasta que Ahmed Al Shaara se posicionó como presidente y declaró estar dispuesto a unirse a los Acuerdos de Abraham, lo que planteó que quiere seguir caminos diplomáticos para resolver conflictos.
Con los Acuerdos de Abraham los líderes de Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán le dieron la mano al primer ministro de Israel con el objetivo de tener relaciones pacíficas y crear nuevos vínculos políticos y económicos.
Pero esa situación genera incertidumbre, ya que el pasado como integrante de Al Qaeda sigue manchando el expediente de Ahmed Al Shaara, quien fue acusado de unirse a las fuerzas que combatían contra los estadounidenses en Irak antes de entrar en la guerra de Siria. Incluso, fue encarcelado por tropas estadounidenses durante varios años.
En el frente con Israel, a pesar de que se vivía un buen inicio, la hostilidad entre Siria e Israel se hizo patente con la masacre que hicieron combatientes radicales sirios contra la comunidad drusa de Siria, provocando docenas de muertos, ante lo que las fuerzas de defensa israelíes respondieron con una serie de bombardeos cerca del palacio presidencial en Damasco, como una clara demostración de que la minoría drusa de Siria cuenta con el apoyo del Estado de Israel. Aunque por ahora, la violencia entre Israel y Siria ha cesado este evento ya deja un precedente.
Los drusos son un grupo etnoreligioso surgido en Egipto a principios del siglo XI como una secta del islam. En origen son musulmanes chiíes, pero pronto quisieron ser considerados como religión independiente, monoteísta y endogámica. En 1948 cuando se fundó el Estado de Israel, los drusos acordaron su lealtad y participación en el ejército a cambio de reconocimiento como comunidad religiosa, aunque no todos estarían de acuerdo, por lo que con la división territorial entre las potencias del siglo XX quedaron repartidos entre Siria, Líbano, Israel y Jordania. Los drusos han participado en la guerra civil siria y en el conflicto israelí-palestino. Actualmente hay alrededor de un millón de drusos, más de la mitad en Siria.
Teniendo eso como contexto Trump, antes de continuar su gira por el Golfo, se reunió en Arabia Saudita con el presidente sirio a quien personalmente consideraba un terrorista. En el encuentro anunció que levantaba todas las sanciones a Damasco como una “oportunidad de grandeza” para reconstruirse. Incluso calificó a Ahmed Al Shaara como un “tipo joven y atractivo. Un tipo duro. (Con) un pasado fuerte. Un pasado muy fuerte. (Un) luchador”.
El encuentro Trump-Al Shaara se produjo aun después de que Benjamín Netanyahu le pidiera a Trump que no levantara las sanciones a Siria, las cuales se dieron tras la intervención del príncipe saudita Mohammed bin Salman para facilitar la inversión extranjera y el comercio a medida que la nación se reconstruye.
Para lograr la recuperación de Siria en 15 años, según datos de Naciones Unidas se requiere un crecimiento anual del 5%, mientras que llegar a un escenario pre conflicto exige un avance anual del 13.9%. La tasa actual de crecimiento al año es de 1.3% (cifra promedio del periodo 2018-2024). En tanto, las autoridades de Siria han cifrado en, al menos, un billón de dólares los fondos necesarios para la reconstrucción del país.
Una de las preguntas planteadas anteriormente fue ¿Estados Unidos espera algo de Siria? La respuesta es sí. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, declaró que el mandatario estadounidense instó a Ahmed al-Sharaa a reconocer diplomáticamente a Israel, ordenar a todos los terroristas extranjeros que abandonen Siria y ayudar a Estados Unidos a detener cualquier resurgimiento del autodenominado Estado Islámico. Esto, lo que al menos ahora se sabe que le ha pedido.
3 LAS PIEZAS DEL AJEDREZ
En el ajedrez en el que se ha convertido el Medio Oriente se siguen moviendo las piezas. Israel le sigue pidiendo ayuda a Estados Unidos para terminar con el programa nuclear iraní y los iraníes están negociando con el apoyo de Omán una propuesta para avanzar hacia un acuerdo nuclear.
La propuesta estadounidense llegó a la par que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) alertó de un aumento significativo de la producción de uranio en el país persa, a un nivel cercano al necesario para desarrollar armas nucleares, algo que desmintió el gobierno iraní que en octubre de 2024 lanzó un ataque con misiles contra Israel, el cual fue calificado por Netanyahu como “un gran error por el que Irán pagará”.
En este tablero de ajedrez Trump encontró una forma de dar un gran giro en el Medio Oriente al alinearse cada vez más hacia los intereses de los países árabes y entablar conversaciones con Irán para que acepte los términos de un acuerdo nuclear con Estados Unidos. También al darle el espaldarazo a Turquía que quiere jugar el rol de potencia regional-global, restaurando y estrechando relaciones con su entorno.
Tan es así que el gobierno de Turquía propuso el 30 de mayo acoger una cumbre entre los presidentes de Ucrania y Estados Unidos, además del líder de Rusia, para mediar en las difíciles conversaciones que buscan poner fin a más de tres años de agresión rusa contra Ucrania. Sin embargo, el Kremlin rechazó la invitación mientras no haya «resultados». Al cierre del mayo, la reunión ya se llevó a cabo, y las manifestaciones y disturbios en contra del gobierno de Recep Tayyip Erdoğan continúan luego del arresto del alcalde de Estambul y rival político de Erdoğan. Los turcos dicen que la democracia está en juego porque Erdoğan ha concentrado poder limitando la libertad.
4 PLAN DE VUELO
La elección de destinos de Trump para su primera gira internacional indicó un renovado interés en el Golfo, rico en petróleo, gas natural, influencia geopolítica y ahora en innovación tecnológica. Así, lo que sigue es tener en el radar las prioridades de los países alrededor del Golfo Pérsico.
También será prioridad tener en el radar el plan de vuelo del avión valuado en alrededor de 400 millones de dólares, el palacio volador, porque, como dice Dalio “el factor determinante a lo largo del tiempo y en todos los países ha sido, por encima de cualquier otra cuestión, la lucha por la creación y la distribución del poder y de la riqueza. En menor medida, también considero que han sido muy determinantes otros aspectos como las ideologías o la religión”.