Comienza el segundo semestre del año con optimismo en los mercados financieros ante la esperanza de que los bancos centrales empezarán a recortar las tasas de interés. En particular, el mercado incrementó las apuestas de un pronto giro en la política monetaria de Estados Unidos tras incorporar los comentarios del presidente de la Reserva Federal.
Jerome Powell señaló que las últimas tres lecturas de inflación han aumentado la confianza de que se encamina al objetivo de 2.0%. Además, dijo que la economía se ha desempeñado notablemente bien y que el mercado laboral ha alcanzado un mejor equilibrio. Sin embargo, se negó a enviar alguna señal sobre el momento en el que recortarán las tasas de interés.
Bajo esta coyuntura, el mercado modificó sus expectativas hacia un escenario más optimista relativo a la visión que tenía al cierre de junio. Ahora, los inversionistas anticipan que el primer recorte de 25pb suceda en la reunión de septiembre (vs noviembre), con un ajuste acumulado de -65pb para lo que resta del año (vs -44pb).
Durante julio, los activos financieros asimilaron este ajuste en las expectativas sobre todo los bonos soberanos de corto plazo ya que son más sensibles a la política monetaria. La curva de rendimientos de los Treasuries se desplazó hacia abajo con una pendiente más empinada como resultado de mayores ganancias en el extremo corto.
Con ello, el diferencial entre los instrumentos de 2 y 30 años alcanzó su punto menos invertido, incluso logrando pasar temporalmente a terreno positivo por primera vez en seis meses. En este sentido, la nota de 2 años acumula ganancias de casi 30pb, regresando a cotizar en mínimos no vistos desde febrero cercanos a 4.40%.
Del otro lado de la curva, solo se observan ganancias de 15pb. Esta dinámica se contagió a otras regiones, aunque con un desempeño más acotado. En México, la curva de Bonos M opera con pocos cambios y los instrumentos de largo plazo se mantienen ligeramente por arriba de la figura de 10.00%. En tanto, las tasas reales de menor plazo fueron impulsadas por la última lectura de inflación, detonando ganancias de 18pb.
En el mercado cambiario, el dólar norteamericano se ha debilitado 2.0% desde su punto más alto en el año alcanzado a finales de junio. Además, las posiciones netas largas en la divisa se redujeron en 25% en el mismo periodo a 18,240 millones de dólares de acuerdo con el CFTC. Esto permitió avanzar a la mayoría de las divisas desarrolladas.
La libra esterlina está liderando las ganancias (+2.4%), seguida del yen japonés (+2.2%) y el euro (+1.7%). En el grupo de emergentes, el desempeño es mixto, pero destacan algunas divisas latinoamericanas como el sol peruano (+2.7%), el peso colombiano (+2.7%) y el peso mexicano (+2.0%). La última se mantienen cotizando muy cerca del psicológico de 18.00 por dólar, pero operó en niveles más fuertes de hasta 17.60 en la quincena.
Finalmente, los índices bursátiles han repuntado, con los de Estados Unidos alcanzando niveles récord. En particular, el S&P 500 superó los 5,600 puntos, impulsado por los sectores de tecnología y comunicación. En este frente, la atención estará en la temporada de reportes corporativos del 2T24.
El consenso de analistas de Bloomberg anticipa un incremento de 8.8% en las utilidades de las compañías del S&P 500 vs 8.0% en el trimestre previo. Además, se espera un mejor desempeño en las compañías de Crecimiento frente a las de Valor.
* Subdirectora de Renta Fija, Tipo de Cambio y Commodities de Grupo Financiero Banorte.
Twitter: @LeslieOrozcoV
LinkedIn: Leslie Orozco
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