La atención de los inversionistas está centrada en la última decisión de política monetaria de la Reserva Federal, programada para el 10 de diciembre. Esto ocurre después de que Jerome Powell cambió el tono de la narrativa señalando que un recorte de tasas no era inminente. Con ello, el mercado disminuyó sus apuestas para este escenario, provocando un sell-off en los Treasuries.
No obstante, los últimos comentarios de los miembros del Fed han señalado que la autoridad monetaria debería mantener una postura abierta para un recorte en diciembre. Sin embargo, la falta de datos económicos clave, consecuencia del prolongado cierre del gobierno estadounidense, representa un obstáculo importante para la toma de decisiones.
Hasta ahora, se desconocen las cifras de empleo BLS correspondientes a septiembre y octubre. La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) señaló que no publicará los datos hasta que concluya el shutdown, el cual se ha convertido en el más largo de la historia.
Ante la ausencia de cifras oficiales, los analistas han recurrido a fuentes alternas para evaluar la salud del mercado laboral. El informe de Challenger, Gray & Christmas reveló que en octubre se registraron 153 mil despidos, el mayor número para ese mes desde 2003.
Por su parte, Revelio Labs reportó una pérdida neta de 9.1 mil empleos en octubre, en contraste con el incremento de 33 mil observado el mes previo. Estos datos, refuerzan la percepción de una economía más frágil lo que podría justificar un recorte de tasas en diciembre. Esta situación apoya las apuestas de un recorte de tasas de interés en diciembre.
Actualmente, el mercado asigna una probabilidad de 68% para un recorte de 25pb en diciembre tras estar descontado al 100% antes de la conferencia de Powell el 29 de octubre.
En este sentido, los Treasuries acumulan pérdidas de 9pb en lo que va del mes tras registrar ganancias en los primeros tres trimestres del año.
En paralelo, la expectativa de una política monetaria más laxa ha sido un catalizador para los mercados accionarios. Los principales índices bursátiles de EE. UU. alcanzaron máximos históricos impulsados por el entusiasmo en torno a la inteligencia artificial (IA). Sin embargo, el rally ha perdido fuerza en los últimos días.
Los resultados trimestrales de Palantir Technologies, una de las empresas más representativas del sector de IA, no cumplieron con las expectativas del mercado, lo que generó una toma de utilidades. La compañía, que cuenta con una de las valuaciones más elevadas entre las tecnológicas, se convirtió en un termómetro del apetito por riesgo en este segmento.
A esto último se sumó la advertencia de algunos CEOs de Wall Street sobre una posible caída del mercado accionario de más de 10% en los próximos 12 a 24 meses ante elevados múltiplos en dicho sector. En particular, el índice de las Siete Magnificas –que incluye a Apple, Microsoft, Alphabet, Amazon, Meta, Nvidia y Tesla– ha caído 3.7% desde máximos históricos alcanzados a finales de octubre con una ganancia en el año de 22.5%. El ajuste es similar en el S&P 500 que pierde 2.5% desde niveles récord y mantiene una ganancia en el año de 14.5%.
En este entorno, los mercados se enfrentan a una combinación compleja: una política monetaria en transición, datos económicos incompletos y señales mixtas desde el frente corporativo. La decisión del Fed en diciembre será clave no solo para definir el rumbo de las tasas de interés, sino también para calibrar el apetito por riesgo en los mercados financieros globales.
* Subdirectora de Renta Fija, Tipo de Cambio y Commodities de Grupo Financiero Banorte.
Twitter: @LeslieOrozcoV
LinkedIn: Leslie Orozco
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.
Suscríbete a IMEF News
Análisis y opinión de expertos en economía, finanzas y negocios para los tomadores de decisiones.