La inversión fija bruta es el gasto que se realiza en maquinaria, equipo y construcción. En el 2024 en México creció 3.29%, mostrando una marcada desaceleración respecto al crecimiento observado en 2023 de 16.54%. En ese año, el mejor desempeño se observó en la inversión en equipo de transporte importado, con un crecimiento de 24.18% anual, seguido del equipo de transporte nacional, con un crecimiento de 12.93%.
Esto llevó a que la inversión en maquinaria y equipo total creciera 4.60% en el año, reflejando la importancia de la industria automotriz para el crecimiento, tanto para la inversión como para el PIB de México. Por su parte, la inversión en construcción registró un crecimiento de 2.02%, impulsada principalmente por la residencial que creció 4.66%, mientras que la no residencial solo avanzó 0.32%.
En 2025, las cosas han cambiado. En abril (último dato disponible) la inversión fija bruta cayó 7.72% anual, acumulando ocho meses consecutivos con retrocesos, algo que no se veía desde el periodo de noviembre de 2018 a febrero de 2021, cuando México enfrentó una recesión y la crisis de la pandemia. En lo que va del año, la inversión acumula una caída de 6.16% respecto al mismo periodo de 2024.
Todos los componentes de la inversión, salvo la construcción residencial, mostraron contracciones a tasa anual. La inversión en maquinaria y equipo total cayó 9.10% (su mayor contracción anual desde diciembre del 2020), con la de equipo de transporte nacional cayendo 14.25% (su peor tasa anual desde febrero de 2021). También se registraron caídas anuales de 9.13% en maquinaria y equipo importado, y de 11.79% en la construcción no residencial. Es importante recordar que gran parte de la caída en la inversión en construcción no residencial está asociada a un menor gasto público en obras de infraestructura que, en años pasados, especialmente en 2022, 2023 y 2024, fue elevado por el gasto en proyectos emblemáticos del gobierno federal.
Así, el único componente de la inversión fija con desempeño anual positivo hasta ahora es el de construcción residencial, que creció 2.43% en abril, aunque esta tasa representa una fuerte desaceleración respecto al avance de 14.17% observado en marzo.
En el acumulado de los primeros cuatro meses del 2025, la inversión en construcción residencial sigue siendo el único componente con crecimiento (6.91% respecto al mismo periodo del año anterior), mientras que el resto muestra contracciones, destacando la caída de 14.72% en la construcción no residencial, y de 11.84% en el equipo de transporte importado, esto último a pesar de la apreciación del peso mexicano.
El panorama de la inversión fija bruta en México se ve poco alentador debido a una serie de factores adversos que se han acumulado. Entre los más relevantes destacan:
1. La incertidumbre generada por las políticas comerciales del gobierno de Estados Unidos, que afectan directamente las inversiones ya hechas y la posibilidad de nuevas inversiones.
2. El riesgo de una posible desaceleración económica en Estados Unidos, principal socio comercial de México.
3. La creciente incertidumbre interna derivada de reformas que comprometen la certidumbre jurídica y el respeto al Estado de Derecho, lo cual puede reducir significativamente la confianza de los inversionistas en la economía nacional.
4. El recorte en el gasto público, particularmente en infraestructura.
En este contexto de incertidumbre, no resulta extraño el reciente anuncio de Iberdrola de venta de sus plantas en México, lo cual se verá reflejado como salida de inversión extranjera directa de México si la venta la realiza al gobierno (como sucedió con las otras plantas) o a una empresa nacional
Los factores que han afectado a la inversión fija de México se esperan sigan presentes en lo que queda del año. Por una parte, el gobierno debe llevar a cabo una consolidación fiscal que lo obliga a recortar el gasto público. Por otro lado, la relación comercial entre Estados Unidos y México se ha deteriorado con la imposición de aranceles de Trump.
Las únicas excepciones y posibles fuentes de crecimiento de la inversión fija en 2025 podrían ser la disminución en la tasa objetivo del Banco de México, el efecto matemático de baja base de comparación de inversión a final del año y la necesidad de incremento en capacidad de planta instalada en el sector de fabricación de equipo de computación.
Para esto último, será necesario tener generar condiciones de certidumbre y estar preparados con suficiente infraestructura. Por cierto, tampoco caería mal empezar de nuevo a promocionar a México en el exterior.
El panorama de la inversión fija bruta en México se ve poco alentador debido a una serie de factores adversos que se han acumulado.
* Directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE y profesora de Economía del Tec de Monterrey. Estudió la licenciatura en economía en la Universidad Autónoma de Nuevo León y la maestría y doctorado en finanzas en el EGADE del Tec de Monterrey. Colabora regularmente con medios de comunicación especializados. En 2018 y 2020 fue nombrada por Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México.
Linkedin: Gabriela Siller Pagaza
email: gsiller@bancobase.com
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