Para el miércoles 21 de mayo se prevén temperaturas máximas superiores a 45 grados en 13 entidades: Campeche, Coahuila, Guerrero, Michoacán, Morelos, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
¿Qué hacer? Necesitamos que llueva, pero no basta. No tenemos infraestructura para almacenar el agua que cae ni una red eficiente para distribuirla. Somos el segundo país de América con mayor estrés hidrico, sólo superados por Chile. Tenemos poca agua, pero nos la arreglamos para desperdiciarla. Entre 40 y 60% del agua se pierde por problemas relacionados con el almacenamiento o la distribución.
La próxima presidenta de México se enfrentará con el reto de dotar de recursos a la Conagua y a cientos de organismos locales de agua, alcantarillado y drenaje. En 2024, la Comisión Nacional del Agua tendrá un presupuesto de 62,000 millones de pesos, menos que los 71,000 millones que tuvo en 2023. El Consejo Consultivo del Agua recomienda 120,000 millones anuales.
El agua es un asunto de Seguridad Nacional que no está reflejado en el presupuesto, pero tampoco en la mesa de toma de decisiones. ¿Cuántas veces han visto al director de la Conagua en la Mañanera? La pregunta parece broma, pero es una cosa seria. En este sexenio, el Power Ranking se refleja en el show cotidiano del presidente. Lo que no aparece ahí, existe menos.
El marco institucional que tenemos no está preparado para una crisis del agua como la que estamos incubando. Es la dureza de las sequías, lo inadecuado del presupuesto, el envejecimiento o inexistencia de la infraestructura, la ausencia de una cultura del agua, la existencia de un sector informal entre los usuarios del agua y hasta la presencia de bandas criminales. En un país donde el negocio criminal se ha diversificado, a quién le extraña que se hable de huachicol del agua, de mafias que controlan la distribución del agua y, también, de presencia del crimen organizado en algunos distritos agrícolas.
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