AHORA EL 8
La sustitución se denomina Título 8 sobre extranjeros y nacionales del propio del Código de los Estados Unidos actualmente vigente, y de igual forma a la legislación aplicable, le procede un decreto ejecutivo de implementación basado en el Título 8, a raíz del que ahora los migrantes que busquen asilo deben hacer una cita en el puerto de entrada a los Estados Unidos por medio de una aplicación de celular del propio gobierno.
El problema es su ineficiencia en múltiples aristas: desde la limitada capacidad instalada del Sistema Migratorio de esa nación —donde solo ofrecen 740 citas por día, cuando como ejemplo se estima que en Ciudad Juárez hay 30,000 migrantes a la fecha—, hasta el hecho de que no es viable solicitar cita en familia y las citas se otorgan en puertos de entrada sin tomar en cuenta la ubicación del solicitante (se puede solicitar desde Matamoros y se ofrece en Tijuana).
Además, el mecanismo de solicitud de cita es inviable, pues la aplicación requiere de acceso a internet y equipos de cómputo, celulares con una cierta capacidad, que no necesariamente está en manos de alguien que viene huyendo de su país.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha señalado que esta propuesta es inconsistente con los principios fundacionales de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de las Naciones Unidas (ONU) y recomienda al gobierno se abstenga de adoptarla, pero hoy es Ley vigente.
Ante esta realidad, ¿qué alternativas existen?
Como principio básico reestablecer el derecho a solicitar asilo de manera funcional (no sobre regulada o ineficiente con una aplicación). Para ello, se debe escalar la capacidad del Sistema Migratorio de Estados Unidos, incluyendo las Cortes Migratorias que, por ejemplo, hoy tienen un atraso de 2,175,196 casos (TRAC immigration). En suma, se deben expandir otras formas de ingreso no vinculadas al asilo, ya que esta sobrerregulación trae consecuencias relevantes, al menos en la perspectiva de costos de oportunidad.
En la Edición 72 de esta publicación se presentó un artículo sobre
Migración: números, razones y consecuencias en el que se plantea que en todo el mundo la migración ha demostrado ser un poderoso motor del desarrollo que mejora las condiciones de cientos de millones de migrantes, de sus familias y de las sociedades de salida y acogida, por lo que los factores que ahora las propician y las condiciones que las envuelven requieren políticas que atiendan esta situación. El análisis presenta el contexto en el que se inserta el tema de este artículo que está leyendo.
COSTOS DE OPORTUNIDAD
Desde 2009, Alan Greenspan (después de haber dejado la presidencia de la Reserva Federal), aporta testimonial al Subcomité de Migración, Refugiados y Seguridad Fronteriza del Congreso de los Estados Unidos donde destaca algunos puntos relevantes.
Reconoce que no es atractivo para la ciudadanía estadounidense conceder beneficios migratorios a quien violó la Ley al entrar ilegalmente, pero señala que no se puede desconocer que los migrantes ilegales aportaron entre 2000 y 2007 uno de cada seis puestos laborales de toda la fuerza civil y, sobre todo, que su existencia sirve como catalizador para la economía en general.
En cuanto a los migrantes ilegales sin habilidades y conocimientos, se señala que tienden a acotar el valor salarial, lo que afecta a estadounidenses en misma situación de conocimientos, aunado a que generan costos a gobiernos subnacionales. Pero las estimaciones de la supresión salarial y los costos fiscales son relativamente bajos, lo cual lleva a los economistas en general a considerar con mayor peso los beneficios que compensan esos costos.
En otra perspectiva Estados Unidos tiene un problema de generación de capital humano sensible. Si bien cuenta con las mejores universidades del planeta, en términos generales su generación de capital humano a un nivel adecuado está recurrentemente cayendo por razones que no caben citar en este espacio.
En todo caso, su capital humano se exalta usando la Visa H-1B, que en palabras del Dr. Michio Kaku, físico teórico estadounidense de origen japonés, es el arma secreta de esa nación. Kaku enfatiza que sin ella no habría Sillicon Valley, ni Google, etc. Y es que dicha visa brinda oportunidad de permiso de trabajo con varios beneficios a quien, con un alto nivel académico y la oferta de trabajo correspondiente, se le facilita el acceso. El problema es que son muy limitadas.
Lo anterior lo acentúa Greenspan en un testimonial donde expone que los niveles académicos primarios y secundarios están fallando en aportar estudiantes con las habilidades requeridas para acrecentar el capital humano de esa nación. Destaca que en 2009 dos quintos de los doctorados en ciencias en la fuerza laboral habrían nacido fuera de Estados Unidos.
Además, expone sobre la poca disponibilidad de las visas H-1B para las necesidades de capital humano que se tenían en aquel año. Actualmente el número de visas disponibles es de 65,000 con 20,000 extra para estudiantes egresados de universidades estadounidenses, y el 10% de las solicitudes totales, sin límite para trabajo en universidades, según el portal de Servicios Migratorios y de Ciudadanía de Estados Unidos.
La solicitud de esas visas creció a partir de 2014 para llegar a 780,884 solicitudes, ocho veces más que el promedio de años previos desde 2004, según el blog RedBus2US.com. Los migrantes que obtienen estas visas provienen 50.5% de la India, 9.7% de China, 3.8% de Canadá, 3% de las Filipinas, 2.8% de Corea del Sur y 1.3% de México, entre otros países. Los empleadores que recibieron empleados con dichas visas se localizan 17.7% en California, 14% en Nueva Jersey, 12.2% en Texas y 7.2% en Nueva York (datos de la organización Pew Research).
Greenspan enfatiza que las acotadas cuotas migratorias, esto es, la cantidad de visas ofertadas en general, son un componente en contra de la igualdad en el ingreso porque, al sostener las cuotas acotadas, se le premia a un empleado sin habilidades con un nivel salarial que no tendría si tuviera que competir contra más gente que viniera de fuera, generando una élite de gente mejor pagada sin competencia de por medio y, por ende, en última instancia se provoca desigualdad para la ciudadanía de Estados Unidos en general.
Concluye que, si su país desea sostener su nivel de calidad de vida, tendrán que mejorar su sistema educativo de manera exuberante o disminuir las barredas migratorias. Y, de hecho, hacer ambas reformas, traerán grandes beneficios económicos.
PENDIENTES Y CONSECUENCIAS
Concluyendo, la política no solo le gana a la lógica que la economía aporta; además está sacrificando el futuro de Estados Unidos y, en su caso, generando conflicto con los derechos humanos considerando los acuerdos internacionales.
En principio no se prevén probables sanciones efectivas en contra de esa nación por las violaciones de derechos humanos, pero hasta hace unas semanas parecía imposible que se le degradara la calificación de deuda a esa nación y Fitch, bien o mal, ya dio el paso.
La migración no es un mal y, con planeación y mejor administración, probablemente puede traer muy buenos resultados no solo al presente, sino al futuro de la nación receptora.