La apreciación del peso se debe a los siguientes factores:
1 El dólar se ha debilitado. De acuerdo con el índice DXY, el dólar acumula una caída en el año de 9.45% y de mantener esta tendencia registraría un retroceso de 13.02% en 2025, que sería la mayor caída del dólar desde 2003. En las últimas semanas el dólar se debilitó en anticipación al recorte de la tasa de interés de la Reserva Federal del 17 de septiembre y la expectativa de que seguirá recortando la tasa en los próximos meses, ante la debilidad del mercado laboral en Estados Unidos.
Además, durante el año el dólar se ha debilitado por:
• La política comercial proteccionista de Donald Trump que ha generado incertidumbre sobre el futuro del dólar como divisa de reserva.
• Ante la presión de la administración de Donald Trump para bajar las tasas de interés, lo que ha generado dudas sobre la autonomía de la Reserva Federal.
2 México aún mantiene una posición favorable en el comercio con Estados Unidos en algunos sectores. A pesar de que el gobierno de Donald Trump ha impuesto aranceles a las importaciones desde México bajo la Ley de Poderes Económicos de Emergencia (IEEPA por sus siglas en inglés), no se están cobrando al pie de la letra, pues al mes de julio (última información disponible) el arancel cobrado a México fue del 4.71%, muy por debajo del arancel estimado para el mismo mes de 14.35%.
Lo anterior ha permitido que las exportaciones mexicanas sigan creciendo, avanzando 4.29% en los primeros siete meses del año respecto al mismo periodo del 2024, crecimiento similar al registrado un año atrás, cuando todavía no se imponían los aranceles. Así, paradójicamente, las exportaciones siguen siendo un motor de crecimiento económico para México, a pesar de que se observa debilidad para el consumo, la inversión y el gasto público.
Al interior hay sectores que se han visto favorecidos por la política proteccionista de Trump. Esto se ha reflejado en las exportaciones de equipo de cómputo, en donde en el acumulado a julio México es el principal proveedor de Estados Unidos, con un crecimiento en el año de estas exportaciones del 96.50%.
3 Carry trade. Esta estrategia financiera consiste en tomar prestado en una economía que tiene una baja tasa de interés (como Japón o Estados Unidos), cambiar los fondos en el mercado spot a otra divisa (como el peso) para invertirlo en economías con una tasa de interés más alta (como México) y tomar una cobertura para cubrir el riesgo cambiario. El carry trade favorece al peso mexicano, siempre que:
• No aumente la aversión al riesgo, pues de lo contrario se reduce la ganancia esperada de mantener una postura de carry trade.
• Se mantenga un diferencial de tasas de interés que sea atractivo, dado el nivel de riesgo. Así, el diferencial de tasas con otros bancos centrales también es relevante.
El carry trade es importante para la cotización del peso mexicano, pues se estima que el 78% de las operaciones peso-dólar son especulativas, mientras que solo el 22% son relacionadas con la economía real, es decir con exportaciones, importaciones, remesas y nueva inversión extranjera directa.
Debido a que el peso mexicano sigue favorecido por el carry trade, el mercado sigue especulando a favor del peso mexicano. De acuerdo con datos disponibles hasta el 16 de septiembre, suman cinco semanas consecutivas que se elevan las apuestas netas a la espera de que el peso siga apreciándose en el mercado de futuros de Chicago, acumulando un incremento de 27.36% o 16,654 contratos en este periodo. Con esto, las posturas netas a la espera de una apreciación del peso se ubican en 77,993 contratos, cada uno de 500 mil pesos, su mayor nivel desde el 11 de junio del 2024.
Es importante señalar que en septiembre el peso tiende a depreciarse por el cierre del año fiscal en Estados Unidos. Sin embargo, este año el peso se perfila para cerrar septiembre con una apreciación cercana al 1.5%.
Si el tipo de cambio siguiera la tendencia histórica durante el cuarto trimestre, entonces el tipo de cambio cerraría el año cotizando cerca de 18.80 pesos por dólar.
Para el resto del 2025, los factores que podrían ocasionar episodios de alta volatilidad cambiaria son:
1 La política comercial de Estados Unidos. Hasta ahora solo se han cobrado al pie de la letra los aranceles sectoriales del acero, aluminio e industria automotriz. En este sentido, representa un riesgo latente que los aranceles del 25% sobre los productos que no cumplen con el TMEC empiecen a cobrarse o que los aranceles sectoriales se amplíen, ya sea subiendo las tasas actuales o incluyendo a otros productos, como el recién anunciado arancel del 25% a las importaciones de camiones pesados que parece dirigido a México.
Considerando información entre enero y julio del 2025 (últimos datos disponibles en USA Trade), el 82.31% de las importaciones de camiones pesados que hace Estados Unidos (partida 8704) proviene de México. Asimismo, el 6.40% de todas las importaciones que hace Estados Unidos desde México pertenecen a esta partida, lo que equivale a 5.37% de las exportaciones totales de bienes de México.
Anteriormente Estados Unidos ya había anunciado un arancel del 25% al 76.66% de las importaciones pertenecientes a la partida 8704 de camiones pesados. No queda claro si el arancel del 25% anunciado por Trump será adicional a los aranceles existentes sobre camiones pesados. Cabe mencionar que Estados Unidos cobró en julio un arancel del 10.74% a las importaciones de camiones pesados (partida 8704), subiendo desde 0.02% en enero.
2 El diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos. Con los recortes de la tasa de interés del Banco de México, el diferencial con la tasa de la Reserva Federal se ubica en 325 puntos base, su menor nivel desde junio de 2016. Lo anterior representa un riesgo de depreciación para el peso mexicano, pues se reduce el atractivo de mantener posturas especulativas a favor del peso.
3 La aversión al riesgo debido a seis factores:
• Posibilidad de mayores tensiones con Estados Unidos.
• Incremento en tasas arancelarias a las importaciones de Estados Unidos desde México.
• Reformas constitucionales.
• Estancamiento económico más prolongado de lo esperado o mayor probabilidad de recesión económica.
• Posibilidad que el Banco de México adopte un mandato dual, como lo tiene la Reserva Federal de Estados Unidos, con objetivos de pleno empleo e inflación baja y estable, lo que agregaría un riesgo reputacional a la política monetaria en México. Con el historial de alta inflación en México esto sería sumamente riesgoso.
• Las tensiones geopolíticas, particularmente en relación con la guerra entre Rusia y Ucrania, pues durante septiembre han ocurrido incursiones rusas al espacio aéreo de países de la OTAN. La probabilidad de que la guerra se expanda a otros países es baja, pero no puede descartarse y de ocurrir, podría generar episodios de aversión al riesgo a nivel global.
Al 26 de septiembre, el tipo de cambio cotiza alrededor de 18.36 pesos por dólar, siendo el peso la octava divisa más apreciada en lo que va del año con una apreciación de 11.85%.
* Directora de Análisis Económico en Grupo Financiero BASE y profesora de Economía del Tec de Monterrey. Estudió la licenciatura en economía en la Universidad Autónoma de Nuevo León y la maestría y doctorado en finanzas en el EGADE del Tec de Monterrey. Colabora regularmente con medios de comunicación especializados. En 2018 y 2020 fue nombrada por Forbes como una de las 100 mujeres más poderosas de México.
Linkedin: Gabriela Siller Pagaza email: gsiller@bancobase.com Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.
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