En los últimos días, el optimismo caracterizó a los mercados ante la fuerte convicción de que la Reserva Federal ya finalizó su ciclo restrictivo tras mantener las tasas sin cambios en un rango de 5.25%-5.50% en las últimas dos reuniones (septiembre y noviembre). La sorpresa positiva en la inflación de octubre ancló las expectativas, socavando el debate sobre un incremento adicional en diciembre.
Sin embargo, los formuladores de política monetaria se mantienen cautelosos y conservan dicha opción sobre la mesa sujeta a la evolución de las cifras económicas. Su mensaje sigue siendo restrictivo, reiterando que las tasas de interés se mantendrán elevadas hasta observar con claridad que la inflación se dirige a la meta de 2.0%. Además, la mayoría de los miembros ve el balance de riesgos para la inflación sesgado al alza.
Dentro de los factores que podrían obstaculizar el proceso de desinflación destaca la posibilidad de un escalamiento en el conflicto armado de Medio Oriente por su potencial impacto en los precios del petróleo y en la actividad económica. Si bien Israel y Hamás lograron un acuerdo humanitario, un pronto desenlace de la guerra sigue siendo muy nebuloso.
La tregua con un cese al fuego total durará cuatro días, a partir del jueves 23 de noviembre, para la liberación de al menos 50 de los 240 rehenes, mientras Israel excarcelará a 150 palestinos. Si lo anterior se da como lo acordado, la tregua podría extenderse hasta un máximo de 10 días para que Hamás libere otros 100 secuestrados a cambio de la excarcelación de 300 palestinos. Posterior a este periodo, la probabilidad de que el combate armado se restablezca es muy alta.
Otro factor en la mira de los inversionistas son las acciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) por su impacto en el mercado energético. El grupo mantendrá un recorte voluntario en producción de alrededor de 5 millones de barriles diarios (Mbbl/d) hasta que termine el año.
Otro factor en la mira de los inversionistas son las acciones de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y aliados (OPEP+) por su impacto en el mercado energético. El grupo mantendrá un recorte voluntario en producción de alrededor de 5 millones de barriles diarios (Mbbl/d) hasta que termine el año, de los cuales 3.66 Mbbl/d estarán vigentes hasta finales de 2024. Sin embargo, los especuladores esperan un incremento adicional para el siguiente año. No obstante, la Reunión Ministerial se retrasó cuatro días al jueves 30 de noviembre ante la insatisfacción saudí con los niveles de producción de otros miembros para 2024. Esto detonó volatilidad en los precios, así como una mayor incertidumbre sobre el impacto que podría tener en la inflación.
Bajo esta narrativa, el oro se mantiene cerca de los 2,000 US$/oz t. En tanto, el dólar se debilitó con los índices DXY y BBDXY bajando alrededor de 3% en lo que va del mes hasta perforar el promedio móvil de 100 días. La mayoría de las divisas registró un respiro y el peso mexicano destacó al figurar como la tercera más fuerte en el universo de emergentes al buscar regresar al psicológico de 17.00 por dólar.
Los índices bursátiles registraron una sólida recuperación. En particular, el S&P 500 marcó un rally de casi 11% en noviembre desde un mínimo de cinco meses visto a finales de octubre, ubicándose a poco menos de 5% de alcanzar un nivel récord. De igual manera, los bonos soberanos perfilan un balance mensual bastante favorable. La curva de Treasuries acumula ganancias de 34pb en la parte corta y media, así como un avance de 54pb en el extremo largo. En tanto, los Bonos M promedian ganancias de alrededor de 60pb. Por último, los futuros de crudo pierden 7% en el mes, aunque la referencia europea, mejor conocida como Brent, se mantiene marginalmente por arriba de 80 US$/bbl.
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