Salud financiera empresarial: cinco beneficios a largo plazo

Actualmente se reconoce cada vez más la importancia de cuidar el bienestar integral de los empleados y un factor importante es su salud financiera, porque esta dimensión no solo afecta su vida personal, también tiene un impacto directo en el rendimiento laboral y la productividad de la empresa.
Por Saralicia Jiménez Soto
Un buen líder empresarial considera como una de sus responsabilidades garantizar que sus trabajadores estén equipados con las herramientas necesarias para tener éxito tanto en el trabajo como en sus vidas personales, es por eso por lo que en esta ocasión hablaré sobre la implementación de esquemas de educación financiera en el entorno laboral.

Desde 1943 Abraham Maslow, en su teoría sobre la motivación humana, planteó la importancia de cubrir las necesidades básicas del ser humano para que una vez satisfechas se pudiera avanzar y alcanzar metas personales más plenas. Sin el alimento y la seguridad, el ser humano es incapaz de tener la suficiente paz mental para pensar en objetivos de mediano y largo plazo, mucho menos en aspectos de bienestar colectivo o responsabilidad social.

Por ello, al incorporar programas de educación financiera, se otorga a los empleados las herramientas y el conocimiento necesarios para administrar sus finanzas de manera responsable y efectiva, generando conciencia sobre la importancia de priorizar las necesidades básicas sobre cualquier otras y, una vez cubiertas, plantearse metas de crecimiento congruentes y establecer las estrategias adecuadas para lograrlas.

Lo anterior, no solo conduce a una mejor salud financiera personal, sino que también se traduce en una serie de beneficios tangibles para la empresa, como:

Reducción del estrés financiero. Los empleados que están lidiando con problemas financieros tienden a experimentar niveles más altos de estrés que pueden distraerlos en el trabajo, disminuir su enfoque y afectar negativamente su rendimiento laboral. Por el contrario, los empleados con una buena salud financiera pueden centrarse mejor en sus responsabilidades laborales, lo que lleva a una mayor productividad.

Ausentismo reducido. Los problemas financieros pueden llevar a que los empleados falten al trabajo con más frecuencia, ya sea debido a preocupaciones personales o a la necesidad de ocuparse de asuntos relacionados con las finanzas. Una buena salud financiera puede reducir este ausentismo, lo que contribuye a una fuerza laboral más estable y consistente.
Al fomentar la salud financiera personal se obtiene una serie de beneficios tangibles para la empresa, ya que una fuerza laboral tranquila y financieramente estable es más productiva y comprometida.

Mayor compromiso. Los empleados que están menos preocupados por su situación financiera tienden a estar más comprometidos con su trabajo y con los objetivos de la empresa. Esto puede conducir a un aumento en la moral, la motivación y la dedicación en el lugar de trabajo, lo que a su vez mejora el rendimiento general de la empresa.

Menor rotación de personal. Las empresas que ofrecen programas de bienestar financiero y apoyo a sus empleados tienden a experimentar una menor rotación de personal. La retención de empleados es clave para la productividad a largo plazo, ya que reduce los costos asociados con la contratación y el entrenamiento de nuevos empleados y también mantiene un nivel de conocimiento y experiencia dentro de la empresa.

Mejora en la moral y el ambiente laboral. Cuando los empleados se sienten seguros y estables financieramente es más probable que tengan una actitud positiva hacia su trabajo y hacia la empresa en general. Esto puede contribuir a un ambiente laboral más positivo y colaborativo, lo que fomenta la creatividad, la innovación y el trabajo en equipo, elementos clave para mejorar la productividad.

En última instancia, al considerar la salud financiera de los colaboradores se están sentando las bases para el éxito a largo plazo de la empresa. Una fuerza laboral tranquila y financieramente estable es más productiva y comprometida.

Por lo tanto, se debe tomar en cuenta seriamente la implementación de esquemas de educación financiera como parte integral de la estrategia empresarial. Al hacerlo, los empresarios no solo estarán invirtiendo en el futuro de los empleados, sino también en el éxito continuo de su empresa.
*Profesora investigadora de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.

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