En los últimos días, el mercado ha fortalecido sus expectativas sobre una pronta moderación en el ritmo de alzas por parte de los bancos centrales, destacando al Fed, ECB y Banxico. Sin embargo, continua la creciente incertidumbre sobre qué nivel alcanzarán las tasas terminales en un entorno inflacionario aún complejo. En particular, el Fed publicó las minutas de su última decisión donde subió la tasa de referencia 75pb, ubicando el rango de los Fed funds en 3.75% – 4.00%. Al interior del documento, la mayoría de los miembros reafirmó que un menor ritmo de alzas en las tasas de interés sería lo adecuado hacia delante. Sin embargo, también señalaron que tras los ajustes acumulados es más importante el nivel de la tasa terminal que el ritmo de los incrementos.
En este sentido, el mercado elevó sus apuestas por un ajuste de +50pb en diciembre y redujo las alzas implícitas acumuladas para finalizar el ciclo restrictivo en junio de 2023 a 115pb (incluyendo el movimiento de diciembre) desde 125pb días antes. De igual manera, el mercado anticipa que el ECB y Banxico realizarán un ajuste de 50pb en diciembre.
En este contexto, la volatilidad en el mercado de bonos siguió elevada. El índice MOVE –métrica que refleja la volatilidad en las opciones de bonos norteamericanos a un mes– incrementó 22% a 136 puntos tras alcanzar mínimos de 3 meses a inicios de mes. Tanto la curva de rendimientos en EE. UU. como la de México han agudizado su inversión. En la primera, el diferencial entre los Treasuries de 2 y 10 años alcanzó mínimos de más de dos décadas de -80pb desde -44pb al cierre octubre.
De igual forma, el diferencial 2/10 en Bonos M se ubica muy cerca de mínimos sin precedentes de -88pb. Lo anterior como resultado de un rally en los instrumentos de largo plazo, si bien faltan mayores señales de una desaceleración en los precios, este segmento de la curva será beneficiado de una disminución en las expectativas de inflación de mayor plazo.
En el mercado cambiario, el dólar disminuyó a niveles no vistos desde mediados de agosto a 105 puntos en el índice DXY, asimilando un ritmo de ajuste monetario menos agresivo por parte del Fed. Además, el 15 de noviembre, el USD registró por primera vez en 16 meses una posición neta corta de US$2,103 millones de acuerdo con los datos del IMM. Sin embargo, este movimiento fue impulsado por una fuerte reducción en las posiciones cortas del EUR por lo que podría corregirse en el corto plazo. Además, el dólar seguirá beneficiado de la creciente probabilidad de una recesión en 2023 por ser un activo refugio de valor.
Durante noviembre, la mayoría de las divisas han operado en terreno positivo, excepto BRL, ARS y IDR. La primera se debilitó después de que el partido de Jair Bolsonaro solicitara al tribunal electoral anular los votos de las elecciones de octubre computados por maquinas anteriores al 2020. En tanto, el peso mexicano ha mantenido un desempeño resiliente, cotizando en 19.40 por dólar respaldado por la elevada tasa de Banxico, el amplio diferencial vs otros bancos centrales y su cercanía a EE. UU.
En el frente energético, las principales referencias de crudo han caído a mínimos de 2 meses ante una perspectiva de demanda más débil derivada de los niveles récord de contagios en China. En tanto, las discusiones en la Unión Europea sobre imponer un techo a los precios del gas natural (275 EUR/MWH) y a las importaciones de crudo ruso (65-70 US$/bbl) han tomado relevancia, aunque sin poder alcanzar un acuerdo.