Nadando en la mente de Trump: ¿qué busca con los aranceles?

Los aranceles, en efecto, pueden servir a Trump para ejercer presión en temas migratorios y de seguridad. Pero también reflejan su determinación de cerrar parcialmente la economía estadounidense.
Por Enrique Quintana
¿Qué pretende realmente Donald Trump al aplicar aranceles? ¿Son solo un medio de presión para que México adopte medidas más firmes en seguridad, o busca equilibrar el déficit comercial bilateral? ¿O ambas cosas?

Resulta complejo entrar en la mente del presidente, pero es necesario hacerlo para prever sus próximos movimientos.

El discurso pronunciado ante el Congreso el martes pasado revela algunos indicios claros de su lógica. Trump afirmó textualmente sobre los aranceles:

“Otros países han aplicado tarifas contra nosotros por décadas, y ahora llegó nuestro momento de imponerlas también. En promedio, la Unión Europea, China, Brasil, India, México y Canadá —entre muchos otros— nos cobran tarifas mucho más altas de las que nosotros aplicamos. Esto es profundamente injusto”. Evidentemente, respecto a México y Canadá, esta afirmación es falsa.

Añadió:

“El 2 de abril entrarán en vigor los aranceles recíprocos. Cualquier tarifa que otro país nos imponga, nosotros la aplicaremos en igual medida. Eso es reciprocidad”. Cabe señalar que México actualmente aplica cero aranceles a productos estadounidenses.

Finalmente, sentenció:

“Historias como la de Jeff, trabajador de la industria siderúrgica, nos recuerdan que los aranceles no solo protegen empleos, sino también el alma de nuestra nación. Estas medidas buscan devolverle a Estados Unidos riqueza y grandeza”.

Los aranceles, en efecto, pueden servir a Trump para ejercer presión en temas migratorios y de seguridad. Pero también reflejan su determinación de cerrar parcialmente la economía estadounidense para volver a un pasado que, desde su perspectiva, era mejor.

La lógica del mandatario y sus asesores se basa en creer que las empresas manufactureras de EU, que en décadas recientes migraron a China, México o Canadá, regresarán al país para evitar costos adicionales por aranceles, impulsando así una reindustrialización.

No obstante, esta visión ignora la realidad actual.

Hace 50 años, la industria representaba un 33% del PIB estadounidense; hoy solo alcanza el 19%. Mientras tanto, los servicios y el comercio pasaron de un 65% al 78%, permitiendo a EU mantener su liderazgo económico global.

Pensar que una reindustrialización hará más rico al país es simplemente ilusorio. Las economías modernas avanzan principalmente a través del crecimiento del sector servicios, no mediante la manufactura tradicional.

China ejemplifica claramente esta transición: aunque su sector industrial todavía constituye un 37%, se reduce rápidamente frente al auge del sector servicios, que ya representa el 57%. Trump vive anclado en la nostalgia de un pasado económico irrepetible. Su intención de revertir esta tendencia histórica podría ocasionar una disrupción global, beneficiando indirectamente a otras potencias económicas, como China y la Unión Europea.

El déficit comercial de Estados Unidos refleja la evolución natural de su estructura económica, orientada actualmente a actividades con mayor valor agregado, lo cual hace más eficiente importar ciertos productos manufacturados del extranjero.

En México, particularmente en la industria automotriz, se ha formado un ecosistema regional consolidado. Las empresas automotrices no desmontarán sus plantas mexicanas para mudarse a estados como Michigan o Wisconsin. Esta integración productiva es tan profunda que suele describirse como un “huevo revuelto”, donde resulta imposible separar claramente sus componentes.

Incluso si EU atrajera nuevas inversiones, el cambio estructural tomaría años o décadas. Mientras tanto, la imposición de aranceles encarecería vehículos y otros bienes, causando graves trastornos en diversos sectores exportadores.

Esperemos que las propias empresas estadounidenses logren frenar esta riesgosa iniciativa de Trump. Ver nota original.
*Periodista y conferencista. Actualmente es vicepresidente y director general editorial de El Financiero. Participa en los programas de TV La Silla Roja y Al Cierre. Ofrece conferencias a Consejos, empresas y organizaciones diversas.
Esta nota se publicó originalmente en 6 de marzo en el periódico El Financiero.
Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad del autor y no representan la opinión del IMEF.

Suscríbete a IMEF News

Análisis y opinión de expertos en economía, finanzas y negocios para los tomadores de decisiones.

Te puede interesar

¿Cómo vamos a cinco años de la Cuarta Transformación?

En este artículo se presentan nueve rubros de cómo vamos a cinco años de la Cuarta Transformación y tres pendientes prioritarios para la próxima administración.

La economía en tiempos de elecciones

Desde la década de 1980 el crecimiento promedio del PIB en años de elecciones presidenciales en México es de 2.92% y cae a una contracción promedio de 0.62% en el primer año de administración. Esta fluctuación se explica por el gasto público.

Vienen tasas altas para largo

Hay buenas y malas noticias económicas derivadas de la decisión de mantener sin cambios las tasas de interés en Estados Unidos que tomó la Reserva Federal. Una buena es que, por lo pronto, no se incrementará más el costo del dinero y la tasa de referencia seguirá en 5.25 a 5.50%. Otra es la nueva expectativa de crecimiento de la economía de EU que ha establecido la Fed y asume una tasa de 2.1% para este año frente al 1% que antes preveía.

¿Pleito o negociación? Ahí estaba el dilema, ahora la solución es  quid pro quo 

Los Métodos Alternativos de Solución de Controversias adquieren más confianza por su alto grado de eficacia y ahorros económicos. Dialogar, intercambiar y negociar son las tres condiciones indispensables bajo la consigna quid pro quo, es decir, "una cosa a cambio de otra".

El mercado como contrapeso es parte de las reglas de la flotación: IIF

Será el mercado quien otorgará los contrapesos necesarios en México para mantener la disciplina económica y promover una mejora en la calidad de las políticas públicas, confió Martín Castellano, director de Investigación económica para América Latina en el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por su sigla en inglés).

Ajuste internacional complejo y prolongado

La economía mundial se encuentra en una encrucijada difícil, ya que se han conjugado varios factores, entre ellos, la permanencia de crecientes gastos sociales que está llevando a un endeudamiento público más allá de lo sanamente responsable.

EU se encamina rumbo a panel contra México por política energética

De acuerdo con fuentes consultadas por la agencia Reuters, la administración del presidente Biden solicitó a empresas energéticas estadounidenses declaraciones juradas que documenten las violaciones al T-MEC de que han sido objeto por parte de la autoridad mexicana.