Las medidas llegan precedidas por meses de duras críticas del expresidente Donald Trump, el virtual competidor de Biden en la carrera por la Casa Blanca, quien ha dicho que el apoyo de su rival a los autos eléctricos
mataría a la industria automovilística estadounidense, de ahí que el aumento de aranceles para los vehículos eléctricos pasé del 25 al 100% en 2024 según lo expuesto el 14 de mayo pasado.
El tamaño del
mercado automotriz de EE. UU. se estima en 0,99 billones de dólares en 2024 y se espera que alcance los 1,29 billones de dólares en 2029. Respecto a los vehículos eléctricos ligeros recargables nuevos, las ventas aumentaron a 608 mil en 2021, versus los 308 mil en 2020.
Pero
en China, según algunas estimaciones, más de 300 empresas de ese país están produciendo vehículos eléctricos, desde los modelos de bajo costo de menos de 5 mil dólares hasta los de alta gama que compiten con Tesla (el Cybertruck cuesta 61,000 dólares y el modelo más barato no estará disponible sino hasta 2025) y los fabricantes de automóviles alemanes.
En
China el mercado de automóviles se estima en 154,67 mil millones de dólares (mmd) en 2024, y se espera que alcance los 181,49 mmd en 2029. Los totalmente eléctrico o híbrido enchufable representarán una cuarta parte de todos los automóviles nuevos vendidos en China.
LA CONTROVERSIA
El aumento de los aranceles a los vehículos eléctricos es el de más controversia por el impacto económico y la parte política; los analistas lo ven como una medida simbólica para ayudar a la reelección en un año electoral difícil en el que, por solo mencionar una encuesta previa al anuncio del incremento de los aranceles (The Wall Street Journal ), los votantes tenían una impresión profundamente negativa del rendimiento de Biden en el cargo, su resistencia mental y física y su gestión económica. Trump tenía ventaja sobre Biden en casi todos los temas.
En este contexto no hay que olvidar que, desde su campaña electoral, Trump prometió acabar con lo que consideraba las prácticas injustas del gigante asiático que se ha
aprovechado de su país, por lo que en septiembre de 2019 impuso aranceles del 10% sobre importaciones chinas valoradas en 300 mmd como resultado de que China exportaba a EE. UU. 419 mmd más de lo que importaba.
En este año los aranceles anunciados el 14 de mayo no son parejos; afectarán a importaciones por un valor estimado de 18 mmd, según la Casa Blanca. Las nuevas tarifas quedarían así: semiconductores, pasarían del 25% al 50% para 2025; algunos productos de acero y aluminio, del 7.5 al 25% en 2024; baterías de litio y minerales críticos, del 7.5% al 25% en 2024; paneles solares, del 25%al 50% en 2024; grúas de barco a tierra, del 0 al 25% en 2024; guantes médicos y quirúrgicos de goma del 7.5% al 25% en 2026.
A LOS OJOS DE OTROS
Para muchos de afuera y muchos de adentro, México puede ganar en la batalla geopolítica entre China y EE. UU. La caída de 20% en las importaciones chinas a EE. UU. es un gran aliciente.
En 2023, las compras estadounidenses de productos chinos superaron los 427 mmd, 20% menos frente a 2022, mientras que los productos mexicanos sumaron poco más de 475 mmd, un aumento del 4.6% respecto al año anterior. Con esto lo que estaba acomodado se desacomodó, es decir, se dio fin a los 21 años en los que China exportó más a EE. UU. que México.