Es indispensable preservar el nivel de restricción monetaria alcanzado para continuar con el descenso de la inflación conforme lo previsto y mitigar los riesgos al alza de la inflación”, señaló el mismo miembro.
Otro más reconoció que hay crecientes presiones internas sobre la inflación. Puntualizó que “aún es prematuro considerar una posible reducción, inclusive en el caso de un ajuste fino para evitar una postura demasiado restrictiva”. Y enfatizó que “el contexto externo debe seguir considerándose como un factor secundario”.
Según lo descrito en la minuta de la reunión donde mantuvieron la pausa en el ciclo alcista, por quinto mes consecutivo, un cuarto miembro de la Junta de Gobierno del banco central mexicano destacó que la mayor resiliencia de la economía puede sugerir una transmisión de la política monetaria más gradual hacia la demanda interna.
El mismo miembro referido en la relatoria, argumentó que esta mayor resiliencia de la economía “contribuye a una disminución más lenta del componente subyacente, lo que podría explicarse, entre otros factores, por la normalización de los patrones de consumo”.
Este mismo miembro resaltó que la normalización de patrones de consumo “ha impulsado al crecimiento de las actividades terciarias cuya sensibilidad a las tasas de interés suele ser menos que en otros sectores”.
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